viernes, 6 de julio de 2012

El día que al-Assad hizo "All in"

El 26 de enero de 2011, Hasan Ali Akleh decidió prenderse fuego, comenzando así la última de las protestas que esta viviendo el pueblo sirio dentro de sus fronteras. Los motivos son los propios de otros países de la "primavera árabe", la ausencia de una constitución efectiva, la existencia de un gobierno autoritario y un desempleo generalizado causado a raíz de la Crisis Económica. Actualmente la "República" Árabe Siria esta envuelta en una Rebelión o ya casi podríamos llamarlo Guerra Civil, aunque se trata de un término muy apresurado y habrá que esperar a ver como se resuelve el problema.

En esta situación encontramos al dirigente Bashar al-Assad contra su propio pueblo y un ejercito de liberación. El conflicto es muy similar al que en esos momentos se estaba viviendo en Libia, pero para suerte de los libios, su Guerra Civil término en octubre de 2011. Los sirios siguen enfrentándose contra al-Assad en una guerra en la que parece ser que el pueblo se esta llevando un castigo desorbitado, pues esta siendo constantemente hostigado por un ejercito que da mil vueltas a los guerrilleros y voluntarios del ejercito de liberación. Su guerra a durado demasiado y se ha estancado de una manera en la que solo una intervención extranjera podría dar un vuelco a la situación.

Pero parece ser que la comunidad internacional esta cansada de los problemas del Próximo Oriente, una región en la que los conflictos se iniciaron hace ya casi 3.000 años, en los que peleaban reyes y faraones. Las guerras en Próximo Oriente salen muy caras a la comunidad internacional, sobretodo los más interesados en estas zonas como lo son Norteamérica y Europa. Ni los propios árabes mediante su Liga Árabe pueden hacer entrar en razón a uno de sus socios. Pero es curioso ver como con "el lenguaje corporal" de las naciones podemos ver cual es la situación del régimen sirio. Hasta la fecha, unos cuantos países se han mostrado partidarios de la transición democrática, pero otros muestras un claro apoyo al régimen totalitario de al-Assad. 

Reino Unido, Estados Unidos e Israel apoyan un cambio político en el país, pero no actúan de una manera más efusiva por culpa de Rusia, Irán, China, Corea del Norte y Venezuela. Sin duda alguna estamos ante el conflicto de siempre, democracias capitalistas occidentales contra países con dudosos lideres políticos que dicen apoyar el marco democrático. Sí, dudosos lideres, Rusia todavía tiene en su cabeza a Vldamir Putin que desde el 2000 parece que mantiene su soberanía a base de pucherazos electorales. Corea del Norte como es sabido es uno de los pocos países que aun sigue manteniendo una política comunista y totalitaria, y que decir de Venezuela, un país que con su queridísimo Hugo Chavez muestra la sombra de un soberano que practica políticas totalitarias como lo son el culto al líder.

Estos países impiden a las democracias occidentales ayudar al ejercito sirio a derrocar a al-Assad, pues se teme un conflicto mayor o agravar unas ya muy deterioradas relaciones diplomáticas. Una intervención extranjera es la única solución para resolver este intrincado problema, pues al-Assad ha  visto como otros dirigente políticos en su misma situación han caído muertos (Muamar el Gadafi) o han sido condenados a cadena perpetua (Hosni Mubarack). Sin lugar a dudas, el plan de al-Assad es simple, morir matando, en su cabeza no entra la rendición y permitir que su pueblo forme una democracia autentica. Sabe que si cae del poder, pierde la partida como lo hicieron otros políticos, su única menta es la muerta natural, sentado en su trono y con un pueblo que lo mataría sin dudarlo, Game Over. 

Carlos

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